Logros y Proyecciones

Con el eco aún fresco de la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo al sur de Tamaulipas, el gobernador Américo Villarreal Anaya ha marcado el inicio de la semana con un claro mensaje de optimismo y recuento.
Durante la ceremonia de Honores a la Bandera, el mandatario destacó los frutos de la gira presidencial, que trajo consigo noticias muy alentadoras para el estado.
Villarreal Anaya, subrayó el inquebrantable apoyo del gobierno federal ante los desafíos climáticos, como la tormenta tropical Barry, y el compromiso presidencial de garantizar que en Tamaulipas no haya quirófanos cerrados, que mejore sustancialmente el abasto de medicamentos y que nadie sea privado de servicios médicos por falta de equipo o capacidad de respuesta.
Un punto culminante fue la confirmación de una inversión adicional de 250 millones de pesos para culminar el Hospital General IMSS-Bienestar de Ciudad Madero, cuya inauguración está prevista para el 15 de diciembre de este año.
Impulso Económico y Récords de Apoyo.
La ceremonia cívica sirvió también como marco para el lanzamiento del programa “Impulso Económico 2025” y la entrega de recursos del Fondo Tamaulipas a emprendedores, evento que contó con la presencia del Director Regional Noreste de Nacional Financiera, Rafael Reyes Pérez Ocaña.
El gobernador Villarreal Anaya fue enfático al reiterar que su administración promueve una economía social, solidaria y con un profundo rostro humano.
El objetivo es claro: asegurar que ninguna región de Tamaulipas quede al margen o rezagada de los beneficios del desarrollo.
En este sentido, destacó los récords alcanzados por el programa “Impulso” en los últimos dos años, con la entrega de 2,500 millones de pesos en apoyos a emprendedores, con tasas preferenciales muy por debajo de las del mercado.
La buena noticia es que el éxito de 2024 se repite en 2025, ya que el programa ha vuelto a rebasar los 1,000 millones de pesos en créditos, confirmando la solidez de esta estrategia de fomento económico y social.
Adriana Lozano: ambiciones a destiempo.
A cuenta y riesgo propio, Adriana Lozano Rodríguez ha decidido meterse de lleno en el terreno electoral con la intención de competir —o al menos figurar— rumbo a la alcaldía de Matamoros en 2027.
La exsecretaria de Finanzas del gobierno estatal parece querer construir una candidatura desde el vacío, con el único capital de haber ocupado un cargo de alto nivel, sin los resultados ni el arraigo necesarios para sostener una apuesta de ese calibre.
Su aspiración es legítima, pero no deja de ser desconectada de la realidad. Falta mucho camino para definir candidaturas, y en ese lapso pueden pasar muchas cosas, entre ellas, que el expediente político que arrastra por sus presuntos vínculos con el grupo regio del huachicol termine por sepultar cualquier posibilidad seria. Porque sí, podrá ser candidata —todo es posible en política—, pero eso no basta para ganar ni convencer.
Además, Lozano desperdició su paso por la Secretaría de Finanzas. En lugar de tender puentes políticos en Matamoros y forjar alianzas con sectores sociales clave, eligió cerrarse, marginarse y comportarse como si el cargo fuera una fortaleza aislada. La operación política no fue su fuerte, y eso hoy le cobra factura.
Quienes conocen el pulso de Matamoros saben que su nombre no enciende entusiasmo ni entre la militancia, ni entre los liderazgos regionales. Y aunque se mueva, se promueva y se autopostule, hoy por hoy, Adriana Lozano no es la carta fuerte de nadie.
Puede insistir, pero sin estructura, sin respaldo y con un historial cuestionado y no solo por sus vicios a las apuestas en el casino que dicho sea de paso, hubo quien aseguró que se gastaba hasta 300 mil pesos por noche cuando era titular en Finanzas.
Lo único que avanza es el desgaste de su imagen, a pesar de tener el control de las finanzas y manipular al Alcalde Granados a través de un sujeto identificado como Jaciel Martínez quien además estuvo en comunicación social de las finanzas Secretaría de Finanzas y una vez que salieron, estos actores despotricaron en contra de funcionarios de primer nivel, revelando la ingratitud que se puede encontrar en la política.
La política no es solo ocupar espacios, es construir presencia. Y en ese terreno, Lozano empieza en desventaja.