Columnas - El Muro S.A.

La derecha despierta…

  • Por: ARTURO ROSAS HERRERA
  • 29 OCTUBRE 2025
  • COMPARTIR
La derecha despierta…

El triunfo legislativo del presidente argentino Javier Milei, marca un giro histórico: la derecha extrema se impuso con fuerza en América Latina, enviando señales inquietantes hacia México.

Mientras la izquierda se refugia en viejos discursos y se va envolviendo en sus pleitos internos por él hambre del poder, la derecha se reorganiza con disciplina, estrategia y el respaldo de Donald Trump, quien ya prometió apoyo político y económico al nuevo gobierno argentino, parece ir buscando bastiones que coincidan con su política extrema.

Esa misma fórmula podría replicarse en México, donde el Partido Acción Nacional busca refundarse bajo un modelo de derecha radical al estilo republicano estadounidense.

El objetivo es claro: construir, paso a paso, un movimiento que logre derrocar a Morena mediante el desgaste interno y la presión ideológica.

Entre los actores aparece Eduardo Verástegui, sobrino político de César Verástegui, quien se perfila como uno de los puentes más sólidos entre la ultraderecha mexicana y los operadores republicanos del norte.

Verástegui no llega solo. Detrás de su figura se agrupa una red conservadora que planea operar en varios estados del país, fortaleciendo una corriente que combinará religión, populismo y estrategia mediática.

No es que el cineasta sea muy talentoso en la operación política, solo formará parte de un plan y habrá mucha gente que habrá de hacer el trabajo e irán más allá de difundir mentiras con discursos que se conviertan en verdad o hasta que el pueblo los crea.

Tamaulipas será apenas una isla de ensayo para esta estructura, que buscará expandirse conforme se acerquen los procesos electorales de 2027 y 2030.

A este tablero se suma una pieza inesperada: Ricardo “Richi” Salinas Pliego, quien ha iniciado su propia cruzada para posicionarse como el rostro “empresarial” de la derecha extrema.

El magnate televisivo podría convertirse en el candidato natural del nuevo bloque conservador, aunque su deuda millonaria con el fisco será un obstáculo político inevitable.

Pese a ello, su discurso antiestatal y su narrativa de “libertad económica” ya comienzan a calar entre los sectores más inconformes de la clase media.

Si los pensadores de izquierda —y en especial los cuadros de Morena— no analizan con seriedad este escenario, terminarán construyendo su propia derrota.

Porque en el fondo, Morena sigue arrastrando el ADN priista, ese que lo vuelve burocrático, disperso y poco preparado para una guerra ideológica prolongada.

La derecha no está improvisando: está reclutando aliados en Washington, recuperando vínculos financieros y preparando un frente discursivo que buscará dividir y deslegitimar a la 4T desde adentro.

El tiempo corre. En Argentina la ola ya cambió el rumbo; en México, la marea conservadora está empezando a subir, quizás lenta, pero inició.

Y mientras unos celebran su triunfo ideológico, otros aún creen que basta con discursos para detener una maquinaria que ya empezó a moverse.


La estrategia Camacho

El subsecretario de Desarrollo Agrícola, Elíseo Camacho Nieto, impulsa una estrategia que busca transformar la relación del pequeño productor con la tierra y los apoyos públicos y desde luego aprobada por el gobernador Américo Villarreal.

Su planteamiento es claro: bajar costos de producción y elevar la rentabilidad agrícola mediante la tecnificación del campo, sin depender totalmente del presupuesto federal.

Camacho ha entendido que el problema no es solo la falta de recursos, sino el mal uso de los apoyos en años anteriores.

Por eso, propone adquirir maquinaria estatal —tractores, rastras y subsuelos— para prestar servicios agrícolas con cuotas mínimas que no lastimen la economía del productor.

El modelo rompe con la vieja práctica de entregar apoyos dispersos y promueve una gestión compartida entre gobierno y productores locales.

Cada acción busca recuperar la confianza del campesino, reducir gastos en la preparación del suelo y garantizar cosechas más rentables.

Camacho Nieto también ha impulsado un plan piloto de paneles solares para abaratar el uso de energía en los pozos de riego.

La idea es convertir el gasto eléctrico en ahorro permanente, protegiendo al productor de los altos costos de la Comisión Federal de Electricidad.

Con estos proyectos, el gobierno de Américo Villarreal apuesta por una visión integral: modernizar el campo sin endeudar al productor rural.

Se trata de un modelo progresivo, que combina la tecnología agrícola con políticas sociales de largo plazo, priorizando al pequeño y mediano agricultor.

Si el plan avanza como está diseñado, Tamaulipas podría convertirse en el primer estado del país en tecnificar su campo con recursos propios.

Y aunque los resultados no serán inmediatos, el mensaje político es contundente: sembrar bienestar también exige sembrar eficiencia, habrá que esperar los resultados.


Continúa leyendo otros autores