Columnas - Eleazar Ávila

Decreto Político: ¿AMLO es un Santo?

  • Por: ELEAZAR ÁVILA
  • 07 OCTUBRE 2025
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Decreto Político: ¿AMLO es un Santo?

Obligado este día es el asunto comentado de lo que en el análisis fino es un “decreto político”, mismo que puede empujar la idea de que ¿AMLO es un Santo? 

Interpreten ustedes lo dicho por la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien mantiene en los hechos y en el decir, una suerte de “bipolaridad” narrativa-operativa; bajo la presión de los suyos, ayer acorralados en segunda y tercera fila, y los dichos que proclaman “santo” a un Andrés Manuel López Obrador, cuyos datos de su mandato no coinciden con los elogios.

“Vivimos un momento histórico. Nuestro país transita por un camino de justicia social, de dignidad y de garantía de derechos sociales, libertad, democracia y soberanía”.

“No es un logro menor ni pasajero; es el fruto de décadas de lucha pacífica, de organización, de resistencia, y es también la herencia de un hombre honesto y profundamente comprometido con su pueblo: el Presidente Andrés Manuel López Obrador”.

No puedo decir más, porque es la versión de ustedes la que vale; en mi caso, solamente comparto un dato: sus redactores, sus amanuenses, sus asesores, sus especialistas en mercadotecnia se habrán enterado de que ya no estamos en los sesentas y que desde los noventas vivimos la exhibición automática de las redes sociales.

Y otro dato que les invito a que revisen: los datos del propio gobierno federal de AMLO respecto de la estrategia de seguridad, de salud, de educación, y me comentan, por favor ,porque en mi caso sigo atorado.

Por un lado las proclamas: “Andrés Manuel López Obrador fue, es y será siempre un ejemplo de honradez, de austeridad y de profundo amor al pueblo de México. Nunca se rindió ante la presión, nunca se vendió a los poderosos, nunca se apartó de sus principios. Y escúchenlo bien: su Presidenta, tampoco lo hará, porque tenemos convicciones, tenemos principios”.

Por otro lado, El Cid Campeador, Omar García Harfuch, azotando a los mal portados del régimen de AMLO, donde el caso más evidente es el relacionado con el contrabando documentado, que ahora se le conoce como Fraude Fiscal en materia de hidrocarburos, en la importación de los Estados Unidos a México.

Por supuesto que en este contexto, no dudó en mandar al corralito, a segunda y tercera fila, a los que le dieron literalmente la espalda en marzo pasado. Me refiero a Adán Augusto, Manuel Velasco, Ricardo Monreal, Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán.

Como diría San Andrés: amor con amor se paga. Ese sería el pie de foto ideal para lo sucedido el domingo, en tanto que si se trata de la lista de mal portados, seguramente serían decenas, no sé si cientos los que en cada entidad de la República sintieron las siguientes líneas de la Presidenta.

“La honestidad no es la excepción, es la regla. Quien traiciona al pueblo enfrenta a la justicia”. Igual en Veracruz donde, en la ceremonia por el 204 aniversario de la Armada de México, enunció. 

“Lo contrario a la honestidad es la corrupción, la cual debe verse siempre como lo que es: una traición a todos los valores. La corrupción es deslealtad. Por eso no puede tener cabida en nuestras instituciones, por eso debe sancionarse con firmeza y al mismo tiempo enaltecer la honestidad como principio de vida.”

¿Entonces de qué estamos hablando?

Todos sujetos a la ley, menos el patriarca de la Cuarta Transformación y, ciertamente, por la presión de los Estados Unidos, no sabemos si hay un dejo de dolor en el mismo documento del domingo o una sobreactuación para mantener las aguas tranquilas. 

Hasta que de pronto el largo brazo de Tío Sam soble, triplique la presión en favor de los intereses comerciales y de seguridad de los Estados Unidos, donde también en la evaluación está una premisa.

El jalón de orejas nos lo ganamos por más que se diga. Pero, que no se comprende, entre los que van más allá de las hamburguesas y el pollo frito.

Imagínense: “Andrés Manuel López Obrador fue, es y será siempre un ejemplo de honradez, de austeridad y de profundo amor al pueblo de México. Nunca se rindió ante la presión, nunca se vendió a los poderosos, nunca se apartó de sus principios. Y escúchenlo bien: su Presidenta, tampoco lo hará, porque tenemos convicciones, tenemos principios. Porque por más duras que sean las presiones, nosotros solo hacemos reverencia a uno solo: al pueblo de México.”

Nostra Política.- Las grandes naciones escriben sus autobiografías en tres manuscritos: el libro de los hechos, el libro de las palabras y el libro del arte. John Ruskin. 

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