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Macario de Bruno Traven: Un Relato de Sacrificio, Muerte y Tiempo

  • Por: EUGENIO MILLÁ M.A.
  • 07 DICIEMBRE 2025
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Macario de Bruno Traven: Un Relato de Sacrificio, Muerte y Tiempo

Querido lector,

Macario, escrita por el autor alemán Bruno Traven, es una obra maestra que explora, de manera profunda, los dilemas filosóficos sobre la vida, la muerte y el sacrificio. 

A través de un personaje principal común, pero cargado de simbolismo, Traven nos transporta a una narrativa compleja en la que los elementos del ser y del deber ser se enfrentan de forma casi apoteósica. 

Esta historia no solo es una fábula sobre la pobreza y el sacrificio, sino una reflexión más amplia sobre el control del destino, el tiempo y la inevitabilidad de la muerte.


El Conflicto Filosófico: El Ser y el Deber Ser

La historia comienza con un hombre común: Macario, un campesino pobre que vive con su esposa, quien se ha caracterizado por ser conocida en el pueblo como “la mujer de los ojos tristes”. 

Esta es una figura que representa tanto la fragilidad de la existencia humana como la resignación ante la vida de miseria que les ha tocado vivir. Sin embargo, Macario está marcado por un deseo profundo: anhelar poder disfrutar de un plato de pavo entero para sí solo. 

En su pobreza extrema, se ve constantemente atrapado entre lo que es (un hombre de baja condición) y lo que podría ser (alguien capaz de disfrutar los placeres más básicos de la vida).

Este dilema interno que Macario experimenta resalta el conflicto entre el ser y el deber ser. El ser representa lo que él es en ese momento: un hombre lleno de deseos y frustraciones, pero limitado por las circunstancias de su existencia. 

Por otro lado, el deber ser representa la idea de una vida ideal, en la que se le concede todo lo que anhela, pero para conseguirlo debe enfrentarse a las pruebas impuestas por el destino. 

En su búsqueda por encontrar la felicidad, Macario se ve atrapado por la presencia de tres personajes en su vida que, de alguna manera, representan fuerzas externas que lo empujan hacia este conflicto filosófico.


Los Tres Encuentros: Un Camino hacia el Destino

En su viaje hacia el cumplimiento de su deseo, Macario se encuentra con tres personajes que representan distintas fuerzas que incitan a reflexionar sobre el sentido de la vida y la muerte. 

El primer encuentro es con un charro, un hombre vestido de traje negro con botonadura ostentosa, quien parece ser una figura de poder y opulencia. 

El segundo es un peregrino que viste una túnica limpia, un personaje que podría parecer un símbolo de esperanza o religión. Pero es el último encuentro, con un hombre cuya hambre es más que evidente, el que se revela como el invitado más importante de todos.

Este hombre, que es reconocido por Macario como la Muerte misma, es quien, de manera ambigua, representa la influencia del destino y la inevitabilidad de lo que está por venir. 

Al aceptar una invitación de este misterioso personaje, Macario se encuentra ante una oportunidad única para cambiar su destino y desafiar la realidad que lo ha limitado toda su vida. 

Sin embargo, las consecuencias de esta decisión no son tan claras como parece en un principio.


La Ambigüedad del Final: El Tiempo y la Muerte Manipulando la Realidad

Lo que hace que Macario sea una obra tan poderosa es su final ambiguo, donde el lector se queda con más preguntas que respuestas. Después de recibir la oportunidad de poseer el pavo que tanto anhelaba, Macario experimenta una transformación. 

Sin embargo, cuando finalmente se enfrenta a la Muerte, las señales de que está jugando con fuerzas mucho más grandes que él se hacen evidentes. 

La historia deja una sensación de incertidumbre, pues, aunque Macario tiene la oportunidad de cambiar su destino, la muerte es inevitable, y con ella, la manipulación del tiempo.

En la novela, la Muerte no se limita a ser una figura que viene a llevarse la vida de los mortales, sino que tiene la capacidad de controlar el flujo del tiempo. 

Traven utiliza símbolos como los barcos, cronómetros y museos para dar al lector una sensación de cómo la Muerte manipula el tiempo en su beneficio. 

Los barcos, que a menudo simbolizan los viajes de la vida, indican que, aunque uno quiera escapar, siempre estamos a la deriva de las corrientes del destino. 

Los cronómetros marcan el paso del tiempo y recuerdan al lector que, aunque tengamos el poder de elegir, nuestras decisiones están limitadas por el tiempo finito que poseemos. 

Los museos, por otro lado, representan el intento humano de preservar recuerdos, pero también sugieren que no podemos retener el tiempo ni alterar el curso de la muerte.


La Muerte y su Poder sobre el Tiempo

El mensaje subyacente en Macario es claro: la Muerte tiene un control absoluto sobre el tiempo y el destino de los seres humanos. Traven presenta la muerte no solo como un evento final, sino como una fuerza que moldea el curso de la vida, a veces interrumpiendo el flujo natural de los acontecimientos.

A través de la historia de Macario, el lector es desafiado a reflexionar sobre cómo nuestras vidas, aunque impulsadas por deseos y decisiones, siempre están a merced del tiempo y la inevitabilidad de la muerte.


Reflexión Final: El Sacrificio y la Búsqueda de Sentido

El relato de Macario nos invita a pensar sobre la vida, el sacrificio y la lucha interna entre lo que somos y lo que aspiramos a ser. 

La historia, al mismo tiempo que describe la lucha de un hombre por conseguir lo que más desea, también nos recuerda la fragilidad de la existencia humana frente a la muerte y el tiempo.

A lo largo de la obra, Macario se enfrenta a la realidad de que, aunque puede obtener lo que desea, siempre habrá un precio que pagar, y ese precio está relacionado con el sacrificio y la comprensión de que la muerte nunca se detiene. 

La ambigüedad del final nos invita a cuestionar la naturaleza del sacrificio: ¿es realmente el sacrificio el camino hacia la verdadera satisfacción, o simplemente una manifestación de la fatalidad? Y más aún, ¿hasta qué punto estamos nosotros, como seres humanos, a cargo de nuestras decisiones o simplemente somos jugadores en un juego donde las reglas están marcadas por fuerzas mucho más allá de nuestra comprensión?

Al final, Macario nos recuerda que, aunque la vida esté llena de deseos y ambiciones, siempre estamos bajo el control del tiempo y la muerte, y el camino hacia la felicidad y la realización personal está, irónicamente, marcado por nuestra incapacidad para escapar de ellos. La lucha, entonces, no es solo por conseguir lo que queremos, sino por encontrar el sentido dentro de nuestra limitada existencia.

Este relato, por lo tanto, no solo nos invita a reflexionar sobre la vida y la muerte, sino también sobre nuestra capacidad de encontrar sentido, incluso cuando el tiempo parece ser nuestro más grande enemigo.

Para concluir con el artículo me despido esperando que tengas una semana muy aprovechada y llena de mucha lectura y descubrimiento. Un abrazo Grande. 

Aprovecha cada día al máximo, “Carpe Diem” y también “Carpe Nocte” ¿por qué no? ¡Hasta la lectura siempre!

 Instagram: coneldiabloenlosdetalles


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