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Vida de Sánchez Mazas: ultracatólico, escritor de páginas hermosas y el falangista que acuñó el “¡Arriba España!”Vida de Sánchez Mazas: ultracatólico, escritor de páginas hermosas y el falangista que acuñó el “¡Arriba España!”

Una biografía recorre la trayectoria vital de uno de los líderes del fascismo español, que sobrevivió a un fusilamiento al final de la Guerra Civil
  • Por: Manuel Morales
  • 15 / Junio / 2025 -
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Vida de Sánchez Mazas: ultracatólico, escritor de páginas hermosas y el falangista que acuñó el “¡Arriba España!”Vida de Sánchez Mazas: ultracatólico, escritor de páginas hermosas y el falangista que acuñó el “¡Arriba España!”

Rafael Sánchez Mazas, entre el jefe del Estado, Francisco Franco, y el ministro de Gobernación, Ramón Serrano Suñer, durante una visita del dictador al Valle de los Caídos para supervisar las obras del complejo monumental.

“Ni me arrepiento ni me olvido”. Así se expresaba el intelectual Rafael Sánchez Mazas, uno de los fundadores de Falange Española, partido fascista, a finales de los años cincuenta sobre lo que había supuesto la Guerra Civil y lo que era el franquismo. Ni un paso atrás de un personaje contradictorio, refinado amante de la Roma clásica, escritor de hermosas páginas y un belicista que justificaba el conflicto fratricida que había dejado medio millón de muertos. Si a esto le sumamos que había sobrevivido a un fusilamiento, es lógico que Javier Cercas sintiera la atracción para novelar este episodio en Soldados de Salamina (2001), llevada al cine dos años después por David Trueba. Ahora se ha publicado una exhaustiva biografía del personaje: Sánchez Mazas. El falangista que nació tres veces, del historiador Maximiliano Fuentes Codera, editada por Taurus.

Además de contar su trayectoria vital, Fuentes, doctor en Historia Contemporánea y profesor en la Universidad de Girona, explica, en conversación telefónica, que su libro permite ver a través de Sánchez Mazas “la conformación del falangismo y del franquismo” en España. Estamos ante “uno de los ideólogos de la retórica de la dictadura desde el punto de vista estético”.

Así, es quien acuñó la consigna “¡Arriba España!“, el saludo convertido en lema de la dictadura y que aún hoy resuena entre algunos. El historiador lo recuerda ”como revisor de estilo” del himno falangista, el Cara al sol, compuesto el 3 de diciembre de 1935, en un bar de Madrid donde había un piano, tras una cena de los cabecillas del partido, dirigidos por José Antonio Primo de Rivera, líder de Falange, que sería fusilado en la cárcel de Alicante el 20 de noviembre de 1936, cuatro meses después de iniciada la Guerra Civil.

Quien sobrevivió a un chapucero fusilamiento al final de la guerra fue Sánchez Mazas, aunque para llegar a ese clímax hay que recorrer antes cómo había sido la vida de este madrileño nacido el 18 de febrero de 1894, que se crio huérfano de padre, un eminente médico que murió a los 15 días de nacer él.

Fuentes ha accedido en la Biblioteca Nacional al fondo de uno de los hijos de Sánchez Mazas, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio. “Ahí están las cartas de Sánchez Mazas con su madre. Es un elemento principal porque se ve la tensión constante que mantuvo con ella”. Rosario Mazas Orbegozo, bilbaína, era una mujer estricta a la que su único hijo quería “satisfacer constantemente”, tanto con las notas de sus estudios como en su posterior carrera como escritor.

Madre e hijo marcharon a Bilbao, donde residía la poderosa e ilustrada familia de ella. Son los años en los que a través de amistades y tertulias forja su españolismo y su ultracatolicismo. En su ideología es fundamental la influencia del escritor y jurista catalán Eugenio D’Ors.

Durante los estudios de Derecho en El Escorial, conoció a otro grupo de amigos, como Juan Ignacio Luca de Tena, hijo del fundador del periódico Abc. Su pasión por la escritura le lleva a colaborar con varias cabeceras, hasta que es enviado como corresponsal en Melilla de El Pueblo Vasco, en 1921, para informar sobre la Guerra de Marruecos. Con una adhesión sin fisuras a la causa española, describió la guerra como “un beneficio espiritual, una cura de aire libre y de pólvora”.

En junio de 1922, Abc lo manda como corresponsal a Roma, donde vivió siete años y en los que fue testigo de la llegada del fascismo, que influyó en su visión de la sociedad y de la política. Fuentes dice que su modelo de Estado era “una monarquía católica”. En Italia le conmociona el arte clásico, y en un pueblo medieval cerca de Roma conoce a la que sería su esposa, Liliana Ferlosio, cuando ella tenía 14 años, 15 menos que él.

El autor de la biografía subraya “su calidad como escritor”. Sus principales obras fueron las novelas Pequeñas memorias de Tarín (1915) y La vida nueva de Pedrito Andía (1951), “que son similares, con juegos de antagonismos y que pueden leerse en clave autobiográfica; aunque es un tipo de literatura que hoy suena pasada de moda”.

En las crónicas desde Roma se aprecia cómo da un barniz estético a la violencia de los fascistas, mientras desprecia “el senil macaneo democrático”. Seducido por Mussolini, ansiaba para España una figura como el Duce, al que entrevistó, para acabar con el que, en su opinión, era el principal problema del país, los nacionalismos catalán y el vasco.

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