Se nos fue un grande

Ayer concluyó el ciclo de vida de don Heriberto Deándar Martínez, y con ello se despide una de las figuras más relevantes del periodismo mexicano. Hoy descansa en paz quien hizo del ejercicio informativo una vocación sustentada en principios, carácter y compromiso con la verdad.
Su partida deja un vacío profundo, no solo en esta casa editora, sino en el periodismo de Tamaulipas y del país. A la tristeza que provoca su ausencia se suma un sentimiento de gratitud por el legado que construyó a lo largo de su vida profesional y humana.
Junto a su hermano Orlando, don Heriberto no solo hizo periodismo: hizo historia. Bajo su liderazgo, EL MAÑANA de Reynosa se consolidó como el gran referente informativo del estado, con una línea editorial clara e inquebrantable, fiel a uno de sus principios más firmes: la independencia no se negocia, la línea editorial no está en venta.
Ese compromiso marcó una época y definió una forma de hacer periodismo basada en la responsabilidad social, la libertad de expresión y el respeto irrestricto a la verdad. Su aportación trasciende generaciones y se inscribe como una referencia obligada en la historia del periodismo regional y nacional.
Hasta el último día de su vida, don Heriberto defendió con firmeza sus convicciones. Su presencia seguirá viva en cada espacio de esta casa editora, heredera del esfuerzo visionario de su padre, don Heriberto Deándar Amador, y fortalecida por su liderazgo.
Hoy despedimos a un jefe, a un formador y a un amigo. Su ausencia será profundamente sentida, pero su ejemplo permanecerá como guía permanente.
Don Heriberto Deándar Martínez se va físicamente, pero su legado queda. EL MAÑANA honra su memoria y refrenda el compromiso de seguir ejerciendo el periodismo con la verdad como bandera, porque, como él nos enseñó, al conocer la verdad seremos libres.
Descanse en paz.
