No le tengo miedo a Israel

Los límites están extralimitados desde hace mucho tiempo, pero desde hace unos meses, están fuera de todo control. El exterminio que está sucediendo en la franja de Gaza es evidente y no está sucediendo nada
Ni México ni su Congreso pueden guardar silencio, no importa si es de izquierda o de derecha. Tenemos que reconocer que la humanidad está en riesgo si permitimos que todas las reglas que permiten la convivencia sean rotas. Más de 50,000 niños gazatíes han muerto en manos del estado genocida de Israel, que usa como pretexto el que se ataca al terrorismo, pretexto que puede ser utilizado contra cualquiera, contra cualquier estado, contra cualquier cosa en cualquier momento.
Y si ni así reaccionamos, es que habremos fracasado como seres humanos. Cada 45 minutos en Gaza se comete un infanticidio, la crisis de desnutrición en Gaza es tan grave que ha alcanzado niveles catastróficos y que se reconoce hoy de manera internacional que se ha bloqueado la entrada de alimento y agua a personas inocentes. Las imágenes son muy dolorosas y ni así hay reacciones, ni así hay cambios.
Antier, el Global Flotilla Sumut en el cual había más de 500 ciudadanos de más de 46 países decidieron dar un paso adelante por la humanidad ante el silencio cómplice de gobiernos y el silencio cómplice de los ciudadanos del mundo, que viendo un genocidio que está sucediendo en tiempo real y transmitido por las redes sociales, se activaron, dando de entrada un ejemplo a todas y todos.
En la Global Flotilla no solamente se encuentran compañeros y compañeras mexicanos que, llevando la conciencia de toda la humanidad pusieron en riesgo su vida y que han sido interceptados en aguas internacionales por el gobierno israelí genocida.
México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) reiteró el llamado para que se respete la integridad física y la seguridad de las personas que son parte de esa iniciativa, cuyo único propósito es llevar ayuda humanitaria a Gaza.
No podemos seguir guardando silencio ante la hambruna que está siendo utilizada en Gaza por el gobierno de Israel. Y sí nos quedamos callados frente a la utilización de todo tipo de armas mediáticas para acabar con una raza, para invadir un territorio que se dice sagrado. Entonces, hemos perdido todo rasgo de humanidad.
Es más que necesario levantar la voz, no solamente para que se garantice la seguridad de los integrantes de la Global Flotilla Sumut, sino para que de una vez este derecho internacional que ha demostrado haber fracasado en el mundo porque le dio la palabra al genocida en su más alta tribuna y que ha guardado silencio frente a las víctimas, tome cartas en el asunto y ponga un alto definitivo.
La presidenta ya se manifestó al respecto también, y desde el miércoles, desde la tribuna, hice uso de mi tiempo para denunciar una vez más lo que está sucediendo pero también para hacer un llamado: no podemos quedarnos callados más tiempo, ¿qué es lo que estamos esperando, que no quede nadie en la franja de Gaza, que el primer ministro de Israel se cansé?
Es posible que suceda más pronto lo primero que lo segundo y ese escenario debería de ser suficiente para levantar la voz.