Columnas - Los Hechos

Las demandas de los corruptos

  • Por: JOSE INÉS FIGUEROA VITELA
  • 17 ABRIL 2025
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Las demandas de los corruptos

Los polvos de aquellos lodos, de cuyos nombres nadie quiere acordarse, andan activando sus cajas de resonancia de antaño, para insistir con la vieja cantaleta de que “somos iguales”.

Aunque luego no falta algún neófito o desmemoriado, que se deje sorprender, solo basta con repasar los canales por donde por estos días se anda hablando de corrupción y desvíos en el nuevo órden, para recordar que son los mismos que sirvieron de tapete al pasado sexenio, violento y corrupto, mentiroso y mordaz.

El colectivo los conoce y les ha reducido desde el origen, a su pobre condición de cómplices, tergiversadores de la verdad, tramposos, ladrones y extorsionadores, a cuya justa dimensión les está remitiendo de nuevo.

Porque, además, se deduce que no tienen la más mínima preocupación, menos ocupación, social, no son los censores del pueblo, ni los jueces de la historia, por supuesto, por simple falta de calidad moral, congruencia, perfil, capacidades.

Son simples mercaderes de la palabra, cuyas críticas y señalamientos, nacen en la intención de llenar la tripa con lo que no signifique esfuerzo, preparación y talento.

Su pretendido producto se llama “extorsión”, insisto, pero los marchantes de tales vendimias se quedaron en el pasado sexenio, al que se siguen remitiendo con la esperanza de encontrar nuevos mercados en el presente, sin lograrlo.

Los clientes que encuentren, si los encuentran, se irán con ellos por donde vinieron, porque el movimiento y su gobierno de la transformación tiene otros perfiles, perfectamente definidos por el liderazgo político estatal actuante. 

Serían infiltrados, despistados o desviados, cuya fecha de caducidad se presenta más temprano que tarde, siempre en una condición de excepción.

Dicho lo cual, nos pasamos al verdadero tema de temporada.

Ahora sí ya, escuelas y gobierno andan de asueto en las llamadas vacaciones de semana mayor o Semana Santa.

Ya nos lo recordó el Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, a inicios de semana, en torno de la celebración de la ceremonia cívica de honores a los símbolos patrios y del Estado: en su concepción original, son días para la reflexión.

Aunque luego no faltará quien saque el refranero para también recordarnos “que cuando hay pa´ carne, es cuaresma”.

Total que si usted no es practicante de la religión o aun siéndolo, siente la necesidad, del asueto y el calor, para darle gusto al cuerpo en algún balneario, festival o bailongo, teniendo con qué, mis mejores deseos por que la pase bien y vuelva mejor a sus actividades ordinarias, cuando estas lo imperen.

Igual, si puede y quiere, dese la oportunidad de sumarse a jerarquía y feligreses, en algún momento, en la contricción por el sacrificio del Dios Vivo Hecho Hombre, cuyo martirio terreno solo soportó su divinidad, para dar paso a un nuevo orden de eternidad, cifrada en el amor.

De esa manera, pasado el viacrusis y la vigilia, igual podremos todos celebrar las fiestas pascuales, gozando de las bendiciones que nacen de la protección divina, del amor, el perdón y el arrepentimiento.

Con mucha fe, mis mejores deseos.

Y nos leemos el siguiente lunes, D.M.


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